Instalación económica y sencilla: Ocupa poco espacio, no requiere gabinetes ni adicionales.
10 años: No necesita mantenimiento ni recambios por un período de 10 años.
No utiliza sal ni otros productos químicos: Nada se elimina del agua, es un proceso físico, no químico. Se mantienen los minerales originales de agua ingresada.
Prolonga vida útil de electrodomésticos y calderas: El proceso promueve la transformación del sarro a una adhesión débil, lo que facilita su eliminación y previene la acumulación.
Eficiencia energética: Se reduce el consumo de gas y/o electricidad.